martes, agosto 01, 2006

La sabiduría holística

La sabiduría holística

La sabidurías holística , sistémica e integral ( todas “formas” de comprender la relación que existe entre la totalidad y las partes que la integran ) nos brindan la posibilidad de reconocer muchas cosas, entre las cuales se encuentra la conciencia de que un síntoma de alguna parte no es solo una cuestión ( responsabilidad, causa, origen, etc.) de dicha parte, sino, que, es una respuesta parcial del funcionamiento de un todo.

Por ejemplo: si duele el estómago no es porque al estomago se le haya ocurrido decir “voy a doler y a hacerle doler a quienes me conocen” siendo “quienes me conocen” las demás partes del cuerpo que se verán perjudicadas, como así también el ánimo y la llamada sensación de identidad de la persona que son parte integral del organismo del cual estamos hablando.
En este sencillo ejemplo podemos vislumbrar que el síntoma de una parte es el resultado de la acción de otras partes del sistema organismo (puede haber sido la decisión tomada por el ego en complicidad con el sentido del gusto de la lengua de comer unas papas fritas, con un aceite que, quizá en buen estado, no recomendable para el organismo integral de quién hablamos) o puede ser también el resultado de la acción de una parte, ya de un sistema mayor ( por ejemplo que otro organismo humano haya pegado un golpe en el estómago ya mencionado).
Es un ejemplo sencillo, lo que no es sencillo, es comprender otros síntomas que se manifiestan a diario dentro de un sistema orgánico humano y en su psiquismo individual asociado, y más complejo aún, es comprender cuando las causas vienen de complejas interacciones humanas, sean vinculares, familiares, laborales, sociales, culturales etc.

La sabiduría holística, sistémica e integral nos ayuda a:
“desde la parte comprender al todo y desde el todo comprender sus partes”,
resultando con ello, mayor comprensión de tantos síntomas dolorosos que vivimos como seres humanos. Sean éstos: físicos o psicológicos, individuales o comunitarios, institucionales, geopolíticos, económicos o de cualquier otra área de experiencia de la conciencia y cuerpo humanos.

Como individuos somos seres independientes a la vez que dependientes, algunos prefieren integrar estos conceptos en el de que somos, en definitiva, seres interdependientes.

El tema que presento, es que, creo necesario, que la llamada conciencia humana ( tanto la del individuo como las organizaciones colectivas ) pueda: aprender, reconocer, percibir, comprender y compartir ésta cosmovisión del conocimiento, con el fin de que podamos reconocer con mayor eficacia el origen del sufrimiento innecesario que nos inflijimos unos a otros o a nosotros mismos por el mismo desconocimiento de ésta interdependencia ( Es como echarle la culpa o hacer responsable al estómago por el dolor que éste pueda manifestar y atacarlo a él particularmente sin percatarnos de que simplemente manifiesta un síntoma de un funcionamiento holístico, sistémico e integral).

Ya queda pues la semilla para que después podamos avanzar en porqué un miembro de una familia “sintomatiza” un mal funcionamiento de toda la familia o porqué hay grupos humanos o personas específicas que “sintomatizan” males que son parte del mal funcionamiento del ordenamiento social.
Pero tengamos paciencia y la capacidad de reconocer nuestra “parte” de responsabilidad por los males “globales”, como también reconocer, nuestra “parte” que quiere que las cosas funcionen mejor.

Javier Ignacio Alvarez



No hay comentarios.: