miércoles, marzo 24, 2010

Hipótesis e investigación sobre los orígenes de Orden Mundial

Hoy posteo un artículo de Jose Luis Lozano, que comenta, acerca de, parte de la temática que se llevará a cabo en el FSM ( Foro Social Mundial) . Esto es la investigación acerca del origen del Orden Mundial y cómo se fué manifestando en la historia, la lucha de fuerzas que componen la realidad actual.
Me parece un libro de lectura indispensable, el ofrecido en su artículo: "Las Sociedades Secretas del Siglo XX" de Van Helsing, Jan (seudónimo), que aún colmado de temas y manifestaciones muy cuestionables, ayuda a profundizar nuestro saber ( a partir de la reflexión y la investigación participativa), e invita a dudar sanamente, del efecto de la educación y los medios de comunicación que han influído considerablemente sobre la opinión pública planetaria.
También animo a ver, un ya clásico video que ha sido visionado mucho en la cultura emergente de Internet: Zeitgeist I y II. y alrededor del cual se ha fomentado un movimiento social en muchos lugares del mundo.
Javier Alvarez
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La temática que trataremos en el marco del FSM los próximos días 2 al 4 de mayo de 2010 en la Ciudad de México, es compleja, por lo que, si no se establecen líneas de trabajo, se corre el riesgo de no tener conclusiones y programa de acción.En materia metodológica, resulta siempre útil establecer una hipótesis de trabajo. Esto es, un concepto base sobre el cual se puedan construir las tesis y antítesis que lo soportan o que lo contradicen, a fin de llegar a síntesis.En reuniones anteriores del grupo EcoSol se han expuesto las tesis que resume de forma muy clara la película ZEITGEIST, tanto la I como la II.Sigiuendo una línea de hipótesis básica en el mismo sentido, me parece que el siguiente texto, puede servir de referencia. Esto no excluye que en estos días intercambiemos material muy concreto y bien fundamentado que ya circula referente a la Economía Solidaria. La idea es que con la hipótesis básica de trabajo podamos dar hilación y coherencia sistémica al trabajo que habremos de desarrollar.
El texto en cuestión, ciertamente es cuestionable y puede ser sujeto a mucha crítica. Claro, de eso se trata. Pero me parece que puede ser una base para sustentar la hipótesis. Esa habría que redactarla, pero creo que más o menos podría ser así: "El sistema económico mundial no obedece a la contradicción de visiones sobre cómo extraer la riqueza del planeta, sino al propósito de dominio y sujeción de la raza humana ejercida por una minoría. Por tanto, el control de las industrias de alimentos, armamento, farmacéuticos, medios de comunicación y del sistema financiero y la emisión del dinero, son los medios de control, no el origen."
El texto que copio a continuación va como lectura sugerida para ayudar a definir la hipótesis. Seguramente los miembos de este foro pueden aportar mucho para su comprensión y, consecuentemente, para establecer tesis que abonen, hacia nuestra reunión, a un plan y estrategia mundial para definir otro mundo y otra economía posible.
Saludos
JL

Prólogo del libro:Van Helsing, Jan (seudónimo). "Las Sociedades Secretas del Siglo XX", K.D.Ewert-Gamalo Tiozon, editor. Ewertverlag, S.L. Gran Canaria, España, 1995

Prólogo

Intentad imaginaos, por un instante, que sois un extraterrestre. Acabáis derecorrer varios años luz con vuestra cosmonave y os dirigís al planeta Tierra.Tenéis la misión de explorar ese planeta, de tomar contacto con sus habitantespara intercambiar saber y obtener información a todos los niveles. Si todo vabien, si llegáis a la conclusión de que sus habitantes son honestos y estándispuestos a todo por la paz, la Tierra podría entonces ser admitida en laFederación Intergaláctica. Y con un espíritu abierto, se podrían establecercontactos con habitantes de otros planetas.

La conciencia terrestre utilizaría claramente este avance, que llegaría tambiéna los terrenos de la tecnología y de la salud. Ellos propulsados en la órbitaterrestre. Encendéis pues vuestro monitor y os abandonáis a la casualidad delas ondas. Captáis entonces una estación emisora de informaciones quetransmite lo que pasa en la Tierra.

Comprendéis que estáis en un planeta guerrero donde los habitantes luchan, nocontra un planeta enemigo, sino entre sí, desde hace milenios. Eso estabais muylejos de imaginarlo.

Primera verificación: ningún concepto puede justificar esas guerras, pues unosluchan en nombre de su fe, otros por el color de su piel. Algunos no estánsatisfechos con el tamaño de su país, otros combaten para sobrevivir, pues notienen nada que comer. Otros, aún, no dejan de pensar en el dinero, pero lamayoría piensa sólo en sí mismo. Llegáis a la conclusión de que este planeta noestá maduro para recibir las informaciones y tecnología que tenéis paraofrecer. Sea cual fuese el país donde aterrizaseis, lo cierto y seguro es quevuestros presentes no servirían para el bien de todos los habitantes de laTierra, sino tan solo para los intereses egoístas de los dirigentes de cada país.Entonces es posible que pensaseis en vuestro planeta natal, en la época en quetambién estaba en guerra. Seguramente eso acaeció hace milenios, y no deseáisrevivir ese escenario en manera alguna. Además habéis verificado que se hanlanzado “misiles” contra vuestra cosmonave. Tomáis vuestra decisión: visitarotro planeta.

Vosotros, lectores, ¿os habéis preguntado también por qué los hombres estánsiempre en guerra?

El sabio suizo Jean-Jacques Babel verificó que desde los últimos 56 siglos, lahumanidad lleva organizadas 14.500 guerras, que provocaron tres mil millones ymedio de muertes. Esto representa la mitad de la población mundial de hoy endía. Solamente en el año 1991, por ejemplo, se registraron 52 guerras o focosde crisis en nuestra Tierra. Esto significa que después de numerosos conflictosen este planeta, entre los cuáles dos guerras mundiales en un siglo, aquel añovio oponerse recíprocamente 104 ideologías, cuyas demandas debían ser muyimportantes para justificar nuevamente la masacre de muchos millones deseres humanos.

¿Qué finalidad impele, pues, a la guerra entre los hombres?Desde hace siglos el motivo de la guerra es el rompecabezas de lasorganizaciones de paz, y también de los filósofos. Llegaron a la conclusión deque casi todas las criaturas de la Tierra se enfrentan regularmente por faltade alimento y de territorio. No podemos atribuir al ser humano la agresividadde los animales entre sí, pues él posee, además, una inteligencia, una concienciay una ética. Pensemos en la diferencia que existe entre dos animalespredadores luchando por su presa, y las multinacionales armamentísticas queviven de la venta de armas y por tanto de las crisis permanentes.

Que la “lucha por la vida” puede servir como distracción, es algo que se sabedesde la antigua Roma, donde bajo la divisa de panem et circenses (el pan y losjuegos que distraen el pueblo), los gladiadores combatían entre sí, pararegocijo de la plebe, impidiéndoles pensar en su propia desgracia. Es el mismoprincipio que en nuestros días mantienen la televisión, el vídeo y los grandesencuentros de fútbol: le dan al ciudadano la posibilidad de escapar al vacío y alpeso de la existencia.

Pensemos ¿de qué nos alejan pues los medios de comunicación?Es preciso preguntarnos de qué tendríamos conciencia si no estuviésemosconstantemente distraídos de nosotros mismos.
No es ninguna novedad que un tercero saque ventaja de la guerra entre dospaíses. Es bien sabido que “cuando dos personas contienden entre sí, unatercera se alegra”. Ya sea que apliquemos la frase a un país o a un planetaentero, veremos cómo se cumple.
Por ejemplo, los sistemas bancarios que hacen un préstamo a un paísbeligerante, tienen interés en que la guerra no termine pronto.

Es por medio de guerras y perturbaciones que se puede impulsar a un pueblo aaceptar, e incluso a desear, que surjan instituciones que él jamás habríaespontáneamente consentido (por ejemplo: la OTAN, la ONU).Entre tanto, para aquéllos que no se interesan especialmente por eso -excluyamos a los muertos – no existe una relación entre las guerras de los dosúltimos siglos.
¿Es posible que sólo la industria armamentística saque provecho de ello? ¿Quélleva a los seres humanos a odiarse indefinidamente hasta el punto de matar asus propios congéneres? ¿Qué es tan importante como para llevarnos aexterminar una vida? ¿Acaso no aprendimos nada de los cientos de miles deseres humanos muertos en las guerras, y del sufrimiento que ello ocasionó?
Tomemos, por ejemplo, a la ex - Yugoslavia, en la que muchos pueblos que vivíanen paz desde hace décadas, acaban de masacrarse. ¿Qué lleva de repente aesos seres humanos a considerar como sus peores enemigos a sus hermanos,que vivían en la misma ciudad, hablaban la misma lengua, usaban las mismasvestimentas, compartían el mismo amor, las mismas alegrías, los lloros y lasrisas? ¿Qué hace que maten a sus niños, violen a sus mujeres y envíen a susesposos a campos de concentración? ¿No resuena nada en nosotros? ¿Será queverdaderamente son motivos ideológicos, propios de ciertos grupos, los quecausaron esa guerra? ¿O será necesario encontrar quién está detrás de esto?¿Quién puede asumir la parte del tercero? ¿De dónde proviene, pues, la ideapreconcebida del adversario, inculcada en el ser humano por las religiones, loslibros escolares y por los medios de comunicación?

¿Cuál es el objetivo de las personas que están en la base de esta idea y sobrela que machacan constantemente? ¿Quién saca provecho de la crecientehostilidad y de la degeneración de la humanidad? ¿Quizá Satán, Lucifer,Ariman, Baphomet u otras entidades “intangibles”, a quiénes gustosamente lesechamos la culpa?

En este libro contaremos la historia de algunos personajes bien tangibles que,en 1773, establecieron un proyecto en Frankfurt en una casa de laJudenstrasse (Calle de los Judíos). Querían preparar el camino para sugobierno mundial único hacia el año 2000, por medio de tres guerras mundiales.Un proyecto perfectamente elaborado, basado en las cobardías y en los miedosde los seres humanos, y que acabaría por volverse en contra de ellos.

En sí, la finalidad de un gobierno mundial nada tiene de nuevo, pues el Vaticanosiempre buscó hacer de nuestro mundo un mundo católico. Por esta razón,torturó y masacró a millones de seres humanos, como la historia demuestra.

El islamismo tuvo la misma finalidad, y siendo la mayor y más fanática de lasreligiones, tiene todas las oportunidades.

No nos olvidemos que la ideología rusa “pan-eslava”, instaurada originalmentepor Guillermo el Grande, exigía la eliminación de Alemania y Austria, y laanexión de India y Persia, tras el sometimiento de Europa.

Notemos también la ideología de “Asia para los asiáticos”, que reclama que laconfederación de los estados asiáticos esté bajo el control de Japón. Notemostambién la ideología “pan-germánica”, que prevé un control de Europa por partede Alemania, para extenderse más tarde por el resto del mundo.

Las personas que este libro menciona no tienen nada en absoluto que ver concualquier dogma, y no pertenecen a ninguna nación. No son ni de izquierdas, nide derechas, ni liberales, pero utilizan todas las instituciones para conseguirsus fines. Naturalmente, forman parte de una organización cualquiera, perosolamente para dificultar eventuales búsquedas, para crear confusión entre los“curiosos” y conducirlos así a una pista falsa. Esas personas se sirven tanto decristianos como de judíos, de fascistas como de comunistas, de sionistas,mormones, ateos, satanistas, pobres, ricos, ¡de todos!

Pero se sirven principalmente de los ignorantes y de los perezosos, de aquéllosque se desinteresan por la vida y de aquéllos que no poseen un espíritu crítico.

Entre los iniciados, las personas citadas arriba se denominan los Iluminati, elBig Brother, el gobierno invisible, los hombres grises, el gobierno oculto, elgobierno secreto, el Establishment.Según mis fuentes, los procedimientos de los Illuminati (Iluminados, aquéllosque saben) sobre la Tierra se remontan más o menos a 3.000 siglos antes deCristo, cuando se infiltraron en la “Fraternidad de la Serpiente”, enMesopotamia, de la cual se sirvieron para fines negativos. Es más que probabley posiblemente cierto que este drama se iniciara mucho tiempo antes delperíodo antes mencionado, en la época en la que se desarrolló “el ego”. Podemosremontar este acontecimiento a un período preciso de la historia simplementegracias a la acción de la “Fraternidad de la Serpiente”. Es sólo después de3.000 generaciones que se le agregaron otras agrupaciones, tales como losjudíos, los cristianos, los francmasones u otras comunidades religiosas queconocemos. Como indica la lectura de este libro, algunos miembros de lacomunidad sionista trajeron hasta nuestros días, entre otras cosas, este juegodel cual no son ni los creadores ni el objetivo. Lo que comenzó antaño funcionaaún hoy según las mismas modalidades. Para nosotros es suficiente mirar lasituación presente para ver dónde se encuentra el problema.Podemos ligar el sistema de pensamiento o de fe de los Illuminati al deMaquiavelo, el maquiavelismo, o la justificación de una política de poderdesprovista de normas éticas y, como consecuencia, de cualquier escrúpulopolítico.

He aquí un pequeño ejemplo de poder:

Imaginemos que sois el nuevo rey de un país y anheláis tener la seguridad decontinuar siéndolo. Convocáis por separado a dos personas, de las que tenéis lacerteza que harán lo que les digáis. A una les dais directrices “de izquierda” yla financiáis para que pueda crear un partido. Con a otra actuáis de la mismaforma, haciéndola crear un partido “de derecha”.Acabáis de dar vida a dos partidos en oposición. Financiáis la propaganda, losvotos, las acciones, y estáis exactamente al corriente de sus más mínimosmovimientos. Ello significa que controláis a los dos. Para que un partido tengaventaja sobre el otro, sólo tenéis de darle más dinero. Los dos jefes de partidocreen teneros de su parte, y sois así “amigo” de los dos.

El pueblo está de esta forma preso en ese vaivén entre “izquierda” y “derecha”,y ni siquiera puede imaginar que, como rey, podéis ser el origen de la disensión.El pueblo incluso va a pediros auxilio y consejo.

Tomemos otro ejemplo: el dinero.

Durante la Guerra de Secesión (1861-1865), los estados del Norte, contrariosa la esclavitud, combatían a los del Sur, que querían mantenerla.

Antes de la guerra, la familia Rothschild envió agentes suyos para reforzar unaconexión “a favor de la Unión” con los estados del Norte y, al mismo tiempo,otros agentes suscitaban una actitud “contra la Unión” con los estados del Sur.

Cuando estalló la guerra, el banco Rothschild de Londres financió los estadosdel Norte, y el de Paris, los del Sur. Los únicos que ganaron esa guerra fueronlos Rothschild.

Resumamos brevemente el sistema:

1. se provoca el conflicto, haciendo que los hombres luchen entre sí y nocontra aquéllos que son la causa de la disensión;

2. no aparecen como el verdadero instigador;

3. sostienen a todos los partidos en conflicto;

4. se hacen pasar por una “instancia benevolente” que podría dar fin alconflicto.

He ahí el camino que siguen los Illuminati para la dominación del mundo:provocar tanta discordia como sea posible entre los seres humanos y lasnaciones de la Tierra, que perdidos en una nube de informaciones contrarias,no podrán llegar hasta los verdaderos instigadores.

Las sociedades secretas internacionales les sirven de poderoso instrumentopara sembrar la discordia entre los seres humanos. Las estudiaremos más decerca. Los seres humanos, empeñados durante mucho tiempo en guerras,acabarán cansándose de combatir y vendrán a "implorar” un gobierno mundial.

Entonces es cuando el plan se vuelve evidente. Se exige a la “instanciabenevolente” que de fin al conflicto. ¿Y quién representa ese papel en nuestroplaneta? ¡LA ONU! Veremos quién se encuentra en realidad tras la ONU.Los Illuminati a quien nos referimos, no importa quiénes sean, son los hombresmás ricos del mundo.

No aparecen en televisión ni en otros sistemas indirectos, ya que poseen ycontrolan no sólo estos medios de comunicación, sino todos los serviciosinformativos. Si se llega a hablar de ellos, es siempre en términos neutrales opositivos.

La mayor parte del pueblo no conoce sus nombres. Ni siquiera se volvieroncélebres los autores que desenmascararon sus maquinaciones, aunque habríanmerecido un premio Nobel.

Reaccionar sería lógico, ¿pero cómo seis mil millones de seres humanos puedendefenderse contra algo de lo cuál no conocen ni la existencia?

No olvidemos que casi todos los hombres han estado - y están - de tal formapreocupados con sus propios pequeños problemas personales que jamás tienenla visión global de los acontecimientos de este mundo ni de su entorno. ¿Dóndeperdieron esa visión? La mayor parte de la civilización actual sufre de“indiferencia política” y se ha retirado de tales acontecimientos. El desinteréses debido a la penuria de los tiempos, a la falta de interés, de crítica y deconocimientos específicos. Absteniéndose seguramente no cambiará nada. Alcontrario, eso es lo que quieren nuestros “dirigentes”. Todo aquél que desertafacilita la tarea de los Illuminati. La verdad que se impone en primer lugar esconocer más sobre sus hechos y ademanes.Como afirmó un gran instructor del mundo: “Buscad la verdad, y la verdad oshará libres”.

En consecuencia, podríamos dividir a los seres humanos en tres tipos:

1. los que actúan;

2. los espectadores de los acontecimientos;

3. los que se sorprenden de que haya acontecido algo.

Este libro es mi participación para aclarar una parte de los acontecimientos. Esuna tentativa que visa a dar conocimiento del comportamiento mantenidosecreto en este planeta precisamente por aquéllos que lo gobiernan. El lectorque se reconozca en la tercera categoría tendrá más facilidad para pasar a lasegunda e incluso a la primera.

Como autor de este libro, no represento a ningún grupo de interés o de fe ni aninguna nación. Soy un hombre sobre este planeta Tierra que reivindica suderecho a la libertad y al libre desarrollo para cumplir aquí su deber. La paz,tanto entre naciones como en las relaciones humanas, me es querida al corazón.Y espero que también lo sea para la mayoría de la humanidad. Considero miresponsabilidad personal ofrecer estas informaciones a mis conciudadanos parapermitirles tomar una posición.

El lector no debe creer a ciegas en lo que sigue, como hace con las historiasque diariamente nos sirven los medios de comunicación.Aconsejo a todos los espíritus superficiales y a aquellos que están satisfechoscon la vida que cierren el libro en esta misma página. En cuanto a los demás, sitienen la capacidad de encarar la cuestión, puede suceder que este libro lesimpulse a un profundo cambio de actitud.

Si deseamos encontrar la verdad, sin pasar toda nuestra vida buscándola,debemos darnos la posibilidad de examinar y de admitir sin descanso todainformación nueva. Eso puede significar también que si nuestro espíritu está yalleno por opiniones establecidas, por puntos de vista, por dogmas o por unaconcepción del mundo bien formadas, no queda lugar para otra verdad. Laverdad puede ser completamente diferente de lo que imaginábamos.

Por esa razón, desde ahora ya pido al lector que mantenga su espíritu abierto.Que olvide durante la lectura de este libro sus opiniones personales en materiade religión, política y etnia, que sea simplemente como un niño, abierto y capazde aprender.

Que trate también de no comparar lo que aparece en este libro con una opinióno punto de vista ya existente. Que siga su intuición, su sentimiento, y queverifique por sí mismo si estas informaciones suenan justas, aun cuando leacaben desestabilizando.

Que desoiga su pensamiento rutinario, que podría soplarle al oído: “Dios mío, sitodo esto es verdad, ¿qué sentido tiene pues mi vida, y cuál es mi papel en esteescenario?” Nada de pánico es el tema detallado en el último capítulo.

Este libro es un llamamiento a cada lector para que ejerza su espíritu crítico yse convierta en un ciudadano emancipado. Buscad y encontraréis vuestraverdad; examinad las cosas sin ligarlas, si es posible, a un sistema de valores.En las páginas que siguen me he esforzado por limitarme a los factoreshistóricos, aunque no sean reconocidos como tales. He pasado por encima mispropias teorías para establecer una síntesis de las fuentes citadas al final dellibro, y que se hallan pues al alcance de todos.

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