lunes, octubre 16, 2006

Autoconocimiento, vincularidad y espiritualidad

En la concepción de la Cosmovisión Holística Integral se sostiene la necesidad de investigar, trabajar e integrar vivencialmente distintos aspectos que conforman el ser humano.
De los distintos aspectos del ser humano, los cuales se pueden dividir, clasificar u ordenar por: cuerpos, necesidades, niveles de conciencia, esferas de vida, cualidades, logros, líneas de desarrollo, sistemas y etc., etc., en este artículo compartiremos la reflexión sobre tres formas de relacionarse del mismo.
· La relación del ser humano consigo mismo: el reconocimiento de las variadas facetas que, organizadas alrededor de un yo, conforman lo que denominamos persona.
· La relación del ser humano con el entorno: el reconocimiento de la sociedad en la que nace, y esto incluye, tanto: a la familia, de la cual se heredan genes físicos como pautas psicológicas (emocionales e ideológicas); como a la clase social, raza, nación, país, con sus respectivas cosmovisiones y paradigmas.
· La relación del ser humano con la Fuente: el reconocimiento del origen de la Vida, de la existencia, del cosmos, de la Totalidad. Podemos llamar a este interés, espiritualidad, el camino hacia la experiencia de la Unidad subyacente a todas las formas y a todos los individuos.
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El primer aspecto, el autoconocimiento, plantea: la necesidad, el desafío, la aventura, el trabajo (según la atención, interés y cosmovisión de cada uno) de aunar en un centro coherente las multifacéticas tendencias (uno de los temas del estudio de la carta natal astrológica) que hacen al ser humano y su devenir. Aquí caben, tanto el conocimiento de los aspectos concientes como la valentía de reconocer aquellos ámbitos que son ignorados, esto es, los aspectos inconscientes: tanto el difícil de aceptar (por doloroso); como el difícil de comprender (por significativo); como el difícil de creer (por maravilloso).En algunos ámbitos de investigación humanista este “viaje” de autoconocimiento ha sido denominado el “viaje del héroe”, siendo el héroe aquel que es capaz de develarse a sí mismo – el que es capaz de verse cara a cara con las verdades acerca de sí mismo-.Así se viaja (a través de prácticas y estudio) hacia “lugares” desconocidos: sentimientos olvidados; viejas heridas o culpas no redimidas; miedos básicos, “cubiertos” por innumerables racionalizaciones e ideas superpuestas. También se hace escala en “paisajes” que dan sentido y significación a la vida, “recuerdos” o revelaciones que ayudan y clarifican el camino hacia el sí mismo.
El Autoconocimiento es un trabajo realizado en su doble función de sanar las heridas del pasado, liberando energías dolorosas, como desarrollar potencialidades aún no desplegadas.
El segundo aspecto, las relaciones interpersonales o socialización, plantea: la necesidad, el desafío, la aventura, el trabajo ( según…) de ubicarse adecuadamente dentro del ámbito o “jardín” en que nace y va desplegándose el individuo (no perdiendo de vista la propia naturaleza). Aquí hay un “otro”, más bien, unos cuantos “otros”, y, el desafío consiste en: cómo relacionarse, en buscar aunarse a conjuntos de individuos – o sistemas humanos de pertenencia – en los cuales formar parte. Esto es, ir descubriendo roles funcionales en beneficio del “sistema” del cual se es parte.
Desde la Cosmovisión Holística Integral, creo, que ambos aspectos deben de estar equilibradamente atendidos. El desarrollo interior (autoconocimiento) debe de estar complementado con el desarrollo exterior (vincularidad). Es de considerar, que la hipótesis de la que partimos es que parte del “viaje” es darse cuenta que están, ambos aspectos ( el yo y el tú), esencialmente ligados. Que si, por ejemplo, se reprime, juzga, niega o se es indiferente a algún aspecto del sí mismo, esto, se verá reflejado en el mundo; y, que si se reprime, juzga, niega o se es indiferente a algún grupo o persona de la sociedad en que se vive o con quien se vive, esto, alertará al sí mismo a ver cuestiones propias. Esta doble comprensión del fenómeno psicológico de la “proyección refleja” podrá orientar acerca de los aspectos a reconocer y comprender.
Y nos queda el tercer aspecto, la espiritualidad, a la que nos abocaremos en otra reflexión.


Hasta el próximo encuentro
Javier Ignacio Alvarez
Consultor astrológico