miércoles, abril 11, 2007

Espiritualidad y política



Hoy me ha llegado la novedad de un nuevo blog ( ver abajo), que ha surgido como "hongo", de la noche a la mañana. Siempre ha sido un tema querido para mí , el integrar estos ámbitos tan necesarios para la organización humana en cuanto a sus aconteceres materiales como espirituales. Tiene artículos tanto de Ken Wilber (ver en Wikipedia) , el llamado "Einstein de la Consciencia", como de Leonardo Boff ( ver), uno de los líderes del movimiento de "La teología de la Liberación" y muchos otras personas comprometidas con esta labor integradora.


Copio abajo la presentación del blog y luego el enlace para quién quiera visitarlo .



Espiritualidad y Política
Hablar de religión o política hoy en día en una forma fácil de conseguir que tu interlocutor se enfade contigo. Normalmente la gente ya tiene una decisión de antemano sobre estos tópicos, está intensamente involucrada en sus creencias sobre espiritualidad y política, y por ello sus emociones al respecto son tan intensas. Pero en el ámbito de lo interpersonal, en le reino de cómo nos relacionamos con el otro como seres sociales, no hay áreas más importantes que las de la espiritualidad y la política. En una ocasión, Paul Tillich definió lo "espiritual" como lo relacionado con "cuestiones fundamentales", ¿y cómo las cuestiones fundamentales no iban a ser parte de cualquier discusión importante?. Por otra parte, y en lo que se refiere a la política, la definición más famosa de los seres humanos dice sencillamente que "los humanos son animales políticos", y el término "político" significa en sí mismo lo que nosotros, los seres humanos, hacemos en la polis, un colectivo "estar juntos" en una comunidad que es tan fundamental para cada individuo. Si hubo buenas razones para que todas las naciones modernas y liberales diferenciaran iglesia y estado, espiritualidad y política, aún hay mejores razones para reunirlas en una discusión ahora libre ya de toda fuerza e imposición, guiada ahora por una invitación abierta a enriquecer cada una a la otra en estas dos áreas tan cruciales.Juntando ambos, el espíritu y la política, en un dialogo continuado y abierto crearía un dialogo político de un interés fundamental, interés por cada uno de nosotros, interés e inquietud por el planeta, interés por todos los seres vivos, interés en el Espíritu mismo.

sábado, abril 07, 2007

La verdad, fuerza del cambio



Una vez, tomando un café con un amigo, en una bar del centro de la ciudad, hablábamos acerca de lo difícil que resulta cambiar condiciones de vida que nos afectan.

Creo que es de tener en cuenta que hay cuestiones que hacen a nuestra vida personal -subjetiva- y cuestiones que hacen a nuestra vida social. Pero ambas, están entrelazadas de tal modo que no podemos decir que podemos vivir y cambiar independientemente de nuestro entorno, como si fuéramos entes aislados.

La cuetión era ¿porque si todos dicen que quieren cambiar, resulta que hay repetitivas muestras de sufrimiento tanto en cuestiones personales como sociales? ¿ hay desiciones que se pueden tomar individualmente? ¿ irse a otro lugar soluciona las vidas de los que se van..... y de los que se quedan? ¿cuál es la responsabilidad de cada uno de nosotros?


Es anécdota conocida por muchos argentinos, aquella en la que un sindicalista devenido político dijo hace muchos años ya en un programa de T.V. " para que las cosas cambien ....tenemos que dejar de robar por lo menos, durante dos años....".....hoy sigue siendo apoyado por mucha gente para dirigir politicamente el país.....


La reflexión en el bar seguía y me quedó retumbando la idea de que la fuerza del cambio provenía de "dejar de mentir".....¿lo haríamos posible?.


Ya C. Jung (1875-1961) decía que la labor terapéutica, era en esencia, que el interesado descubriera "su propio secreto" .....esto es, las fuerzas que actuaban desde el inconsciente. Creo que así como la labor terapéutica personal consiste en ello, la labor en la "terapéutica social" consiste también en que cierto porcentaje de implicados en el entramado social conozca los secretos que ella misma -la sociedad- esconde en su "inconciente colectivo".


De ésta época ...mas o menos...es el artículo que sigue:


Develando la verdad, la fuerza del cambio

En tiempos de crisis: sean estas globales, regionales, familiares, de pareja o de uno mismo surge, como prioridad, la necesidad de cambio y transformación.
Es difícil, para cualquier ser humano, asumir la responsabilidad del propio cambio y transformación: ¿qué debo cambiar?, ¿cómo puedo hacerlo? ¿qué guías son de verdadera ayuda? ¿quién me garantiza que cambiar no empeorará las cosas? y así, entre miedos, incertidumbres y, a veces, mucha confusión cada uno de nosotros emprende el desafío de transformarse a uno mismo. Claro que, siempre y cuando, ya hayamos sorteado la etapa de la resistencia a cambiar y pedir e incluso exigir que cambien todos menos yo. Pero, superada, en parte, esta etapa, y tomando debida cuenta que el cambio debe empezar por “casa” empezamos o continuamos algún tipo de indagación y trabajo de autoconocimiento de la mano de la necesidad terapéutica de sanar aspectos heridos o cerrar “asignaturas pendientes”.
Hay miles de caminos, de técnicas, de herramientas, cada una de ellas útiles, para cada necesidad específica de cada uno. También hay miles de terapeutas, maestros, astrólogos o facilitadores que pueden ayudar en el proceso (de cambio y transformación), según nuestro particular interés o afinidad con los mismos. Aún así, nos seguirá faltando un esencial ingrediente para el desarrollo de nosotros mismos, una intención que no puede faltar a la hora de ser artífices de nuestra existencia: el arte de decidir mirar de frente a la verdad. A la verdad del otro, de los otros, a la verdad familiar, a la verdad histórica, racial, y de la humanidad, a la verdad de la cultura con las verdades propias de cada “aldea” en particular y, claro, por sobre todas las cosas, la verdad de nuestro ser íntimo, incluyendo lo que desconocemos de él, lo inconsciente, tanto en sus aspectos dolorosos como el miedo, la vergüenza, la ira, la culpa, etc. como aquellos aspectos que están latentes, esperando nacer o crecer: sentimientos de amor, de bondad, de justicia, de libertad, etc.
Que más podemos hacer a la hora de necesitar cambiar sino empezar por cambiar el engaño por la veracidad, las creencias erróneas por correcto conocimiento, las emociones asociadas a fantasías por sentimientos reales y concretos, ritmos de vida asociados a la competencia desleal por una simplicidad voluntaria y solidaria. En fin, algo que de tan simple es de una profundidad y compromiso que nos asusta un poco a todos… dejar de resistir la verdad.
A veces la verdad está asociada a una cuestión de tinte intelectual, decimos: este concepto es verdadero o falso, tal información es verdadera o tales afirmaciones son falsas. La cuestión es desarrollar una concepción integral de la verdad. Esto es: el cuerpo dice verdades que no llegamos a comprender, hay una inteligencia emocional que expresa grandes verdades que nos cuesta traducir, hay verdades filosóficas que nos negamos a aceptar, como hay verdades científicas que aún desconocemos y con respecto a las verdades psicológicas, astrológicas y/o esotéricas ¿como definirlas?, ¿como practicarlas? sino en sintonía intuitiva entre consultor y consultante, sintiéndose ambos, partícipes de la investigación, develamiento y despliegue de verdades, cada vez más profundas.
La pregunta se impone, ¿Por dónde empezar? . Uno de los pasos es, quizá, reconocer que uno mismo o la sociedad en que vive está en tiempo de crisis, esto es: necesidad de cambio y transformación. Así ya habremos aceptado la primera verdad acerca de nosotros mismos y la actualidad que se "mira por T.V.", la que nos hará estar más cerca de la próxima verdad a descubrir.


Hasta un próximo encuentro.


Javier Ignacio Alvarez

jueves, abril 05, 2007

Los mitos y la Verdad




Muchas veces encontramos más verdad sobre la realidad en algunas películas de cine o en el teatro que en los noticieros de la T.V. o en los diarios.
Decía un personaje de la película
“V de Venganza” (ver) algo así como: “El arte cuenta mentiras para develar verdades, los………..cuentan mentiras, para ocultarlas“ (llenar según lo crean conveniente , creo que en la película dice políticos). Personalmente, creo, que las generalizaciones son parciales: tanto en lo referente a "que todo arte es....." o "todos los..... son lo mismo". De más está decir que es un clamor mundial , a estas alturas de la historia, que el ejercicio de la veracidad se halla ausente en las esferas del poder .....pero no ahondaré aquí sobre eso) .

Hoy quiero recordar otro mito que alumbró el camino de muchas almas hacia muchas verdades. Es el
“Mito de la caverna” (ver) que escribió Platón, en Grecia, hace ya, casi, 2500 años.
Como dice al final del artículo de Wikipedia, hay modernamente, muchos otros mitos que alumbran verdades del acontecer humano.

Creo que la verdad es algo que se va develando por capas y tiene que ver con la suma de una percepción y comprensión subjetiva más una información objetiva. Quizá hay verdades que incluyen otras verdades parciales ( contradictorias entre sí) y lo que hoy creemos verdadero se convertirá en falso o parcial, cuando se abra más el “campo perceptivo-comprehensivo” o se reciban datos desconocidos hasta ese momento.
No quiero ser críptico, así que eludiendo el palabrerío, me gustaría compartir una pequeña y simple experiencia pedagógica para ilustrar este tema.


…y en una pizarra se hacía muy gráfico el tema de cuánto sabemos.
Allí un "sabido" pintaba un círculo y preguntaba a los 300 y tantos participantes:
"- A ver, si este circulito es el conocimiento humano, ¿cómo expresarías lo que tu sabes?"
Alguno salía a la pizarra y pintaba una bolita dentro del círculo.

"- Muy bien, a eso, ¿cómo le llamas?"

"- Lo que sé".
"- Y lo has pintado muy pequeño, ¿no? Lo que no es el punto dentro del círculo, es lo que sabes que no sabes; pero lo que está fuera del círculo y cuyo tamaño abarca todo el papel, el papelógrafo, este cuarto, la ciudad y el universo entero, es lo que no sabes que no sabes".

Eso se resume en sólo sé que nada sé.

¿Qué es lo verdadero? ¿Cuál es la verdad? Seguirá siendo tema de búsqueda de filósofos , de ciudadanos, consumidores y personas que se sienten engañadas y porque no, también, de amantes que se sienten recelosas/os…..ojalá podamos encontrarla, y sino, al menos reconocer las vendas que tapan nuestros ojos.

Hasta la próxima

Javier Ignacio Alvarez

http://psiholisticaintegral.blogspot.com/

lunes, abril 02, 2007

Eros...¿donde estás?....


Las primeras imágenes mitológicas de Eros que nos llegan a través de los griegos se dividen en dos grandes espacios de interpretación.
Por un lado Hesíodo en su “Teogonía” nos habla de Eros como una fuerza primordial, que empuja a todo a combinarse, mezclarse y unirse para dar origen a la vida. Fuerza que, sin producir nada por sí misma, hace producir a todo cuanto toca. En este sentido, de tipo energético conceptual, Eros, es la Potencia germinativa eterna, el impulso natural de vida, la esencia reproductora, sin la cual el Caos no hubiese podido entrar en actividad ordenadora, ni Gaia (La Tierra) empezar a producir. En este sentido, decimos que, cuando estamos “erotizados”, estamos “tocados” por esta fuerza que pugna por crear algo, tanto en el nivel material, emocional y/o mental; en combinación con objetos de la naturaleza, creando objetos de arte o tecnología o con otros seres humanos creando hijos, instituciones, u cualquier otra obra en común.

Más luego, esta Fuerza, ha sido recreada por la conciencia de sabios y poetas, tomando, por ejemplo la forma de un ser humano bello y joven que con sus flechas inflamaba los corazones al ser tocados por ellas. Así nace Eros: el dios del Amor. Cuenta la historia mítica( y en esta cuestión, siempre hay que tener en cuenta que hay varias versiones) que Eros era hijo de Afrodita y Hermes, y que entre otras cuestiones Afrodita, siempre se lamentaba que su hijo, Eros, no crecía, así que pidió consejo a Temis (diosa de la Justicia): ésta le dijo, a su vez, que si quería que su hijo creciese, que le diera otro hermano. Entonces Afrodita tuvo a Anteros ( que significa el amor contrariado), y, efectivamente Eros empezó a crecer. Quizá, como interpreta Juan Bergua, con esta historia de ficción, los poetas han querido dar a entender que el amor (Eros), para que “sea grande” tiene que ser contrariado.

También encontramos en la “Metamorfosis” de Apuleyo la historia de Eros y Psiché (el amor y la conciencia o alma) en la que se cuenta que Psiché, hermosa princesa, es obligada a casarse por sus padres por consejo de un oráculo. Así, llena de pánico, ante la incertidumbre y abandono, es enviada a cierto lugar donde sería tomada por esposa por un ser desconocido por ella. Gran sorpresa y muy agradable, por cierto, es la que empieza a vivir Psiché: un palacio lleno de oro y lujos, sirvientes a cada paso y por las noches un marido por demás dulce , amante, tierno y cariñoso la llenaba de extático placer. Pero éste, aparecía, misteriosamente, solo por las noches y no era posible que le viera, le había dicho, desde el primer instante, que se contentase con su presencia y contacto, y no hiciera nada por saber más, ni verlo; que de hacerlo, lo perdería. Un día, ¡siempre llega ese día!, Psiché se ve deseosa de conocer más a su amante marido, y dormido él, enciende una lámpara para verle el rostro, cuanta sorpresa, cuando ve allí, a su lado, a una belleza que jamás hubiera imaginado, Eros despierta y ante el desasosiego de Psiché huye despavorido…¿para siempre?. A partir de allí, Psiché, andará errante por el mundo atravesando distintas pruebas y humillaciones, anhelante, su corazón, buscando, día a día, volver a encontrar a Eros, el Amor.
Podemos interpretar, aquí la relación existente entre Psiché (la conciencia) y Eros (el Amor) de varias maneras; una de ellas es ver primero los mandatos paternos o estereotipos culturales “obligando” a la conciencia (Psiché) a casarse de tal o cual forma ( aquí entran las idealizaciones, forzadas, a veces, más, por formas repetitivas - replicantes- de la sociedad establecida que por reales deseos de la conciencia). Aún así, la conciencia puede verse fascinada, hechizada o encantada con tal o cual marido (o esposa) hallado; pero basta que la conciencia quiera “alumbrar un poco” su relación para que el “enamoramiento” (Eros) huya despavorido. Es, quizá, la puesta a prueba del verdadero amor, de aquí en más, la conciencia tendrá que atravesar grandes pruebas, que no es otra cosa que el enfrentamiento con la realidad ( no ya solo la realidad dada-establecida-, sino también, con la realidad del deseo creativo y productor de cambios), antes de poder volver a encontrarse con el amor. Así Eros, como el amor inmaduro, huye de la conciencia cuando ésta busca crecer ("mirar un poco más"), como así también, a medida que la conciencia es capaz de sostener más aspectos de la realidad, el verdadero amor ( el más abarcante e inclusivo) quizá vuelve a aparecer y allí se quedan juntos, claro, que habrá que ver si comiendo perdices en un palacio o un plato más sencillo en una casa del vecindario.

Hasta el próximo encuentro.
Javier Ignacio Alvarez